Nos constituimos como un movimiento sociopolítico canario, de carácter soberanista y progresista, sensibilizado con el feminismo, el ecologismo, la diversidad y la cultura, cuyo objetivo es influir bajo estos principios en todos los ámbitos de la sociedad canaria, en todos sus niveles (vecinal, local, insular y canario), como esferas (económica, política y social), para la mejora de la calidad de vida de los canarios y canarias.
Entendemos por movimiento sociopolítico, como el movimiento social que opera en el área política y que se organiza a través de un conjunto de asuntos o preocupaciones compartidos por el grupo.
En contraste con los partidos políticos, que aspiran solo a obtener el poder político mediante la elección de sus miembros para las instituciones, entendemos nuestro movimiento sociopolítico como una forma de articularse y organizarse para convencer a la ciudadanía y a los gobiernos para que emprendan acciones que favorezcan la soberanía, la igualdad social y de género, la sostenibilidad, la cultura y la conciencia cívica de Canarias.
Este movimiento sociopolítico nace con el fin de situar al soberanismo en la sociedad canaria del siglo XXI y fomentar la creación de una mayoría social democrática y progresista, con una visión desde y para Canarias.
Para ello, nos ponemos como meta establecer objetivos y líneas de trabajo con una visión a largo plazo que permitan sentar las bases para el crecimiento y consolidación del movimiento, sin descuidar al mismo tiempo objetivos a medio-corto plazo que permitan valorar los resultados. Estos objetivos y líneas de trabajo se desarrollarán atendiendo a nuestras capacidades reales y a diferentes fases, según los recursos económicos y humanos de los que dispongamos.
Estas acciones serán fruto de un proceso participativo de planificación que sirva para identificar las prioridades, estando
siempre sujetas a una autocrítica constructiva periódica.
Por este motivo, nos constituimos formalmente como una “Asociación cívica – política”, organizada bajo los principios de un asamblearismo democrático, en el que exista delegación de responsabilidades y rendición de cuentas a la Asamblea General.